La madre de las dos niñas asesinadas en Castellón y la mujer asesinada en Bilbao habían denunciado a sus agresores por amenazas y la de Maracena (Granada) por vejaciones, pero la justicia no las protegió.
El Consejo General del Poder Judicial ha avisado de la importancia de no minimizar este tipo de denuncias, que "pueden hacer pensar que no revisten mayor gravedad o peligro para la integridad física de la mujer"
"En muchas ocasiones no se toman como un gran indicio y se valoran como hechos aislados, cuando en realidad son un capítulo más de una serie", explica la abogada penalista Carla Vall
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