Tras una intensa campaña en redes con el hashtag #Avortarem, en los próximos días el movimiento feminista del país reivindica el derecho del aborto, prohibido bajo todos sus supuestos, incluso con penas de cárcel. La iglesia tiene un papel clave en esta vulneración.
Andorra mantiene el aborto en su Código Penal pero deriva a las mujeres a los países vecinos.
El sábado 29 de septiembre, por primera vez en la historia, un grupo de mujeres salió a la calle para pedir que se legalice el aborto en Andorra. La interrupción del embarazo está penada en todos los supuestos y conlleva penas de cárcel.
“Salimos unas 40 y se fue sumando gente; estamos satisfechas porque es la primera marcha pública por el aborto en Andorra, que tiene fama de ser un lugar en el que la gente no se mueve”, explica Vanessa M. Cortés, psicóloga social especializada en violencia sexual y una de las integrantes de Stop Violènces. (Facebook)
“Salimos unas 40 y se fue sumando gente; estamos satisfechas porque es la primera marcha pública por el aborto en Andorra, que tiene fama de ser un lugar en el que la gente no se mueve”, explica Vanessa M. Cortés, psicóloga social especializada en violencia sexual y una de las integrantes de Stop Violènces. (Facebook)
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