No se trata del comportamiento, educación, estilo de vida, etc, de estos 5 tipos, porque en realidad hay más como ellos en su entorno, sin ir más lejos todos los que pertenecen a su grupo de Whatsaap, que comparten las mismas aficiones, y el no haber participado en algunos de los hechos delictivos es meramente circunstancial, porque también lo hubieran hecho o quizás también han participado en otras barbaridades pero sus víctimas no han dado el paso para denunciar.
Esta panda de delincuentes sexuales conformaban un grupo de Whatsaap de 21 amigotes que compartía informaciones de sus “hazañas”, presumían de sus vejatorios actos y se jaleaban unos a otros. Ninguno de los 21 miembros del grupo criticaba las fechorías que se narraban, condenaban los vídeos que se exponían o reprobaban los hechos. Según se desprende del chat, ni tan siquiera hubo una sola advertencia de la ilegalidad que se cometía.
En este artículo se recogen algunas de las conversaciones que se mantuvieron en ese chat antes y después de delitos como el de Sanfermín y el de Pozoblanco,
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