Cuando los trabajadores de ambos sexos están solteros la diferencia en los salarios es del 1%, pero cuando hay hijos se incrementan las diferencias.
Los trabajadores hombres con hijos son percibidos como empleados con un mayor compromiso con la empresa mientras que a las trabajadoras, a las mujeres, el hecho de ser madres les penaliza en el mercado laboral. Tendrán menos oportunidades laborales (es decir, es más fácil que les toque una lotería) y peor salario.
Lo dicen los datos (la diferencia del salario medio supera el 37% en España) y, con palabras similares, distintos trabajos que analizan la brecha de género que llega con la maternidad: A ellas ser madres les penaliza, ellos son premiados.
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