La ministra de Igualdad, Carmen Calvo, ha encargado un estudio a la RAE para adecuar la Carta Magna a un lenguaje "correcto y verdadero con la realidad de una democracia que transita entre hombres y mujeres".
Puede que una reforma profunda de la Constitución no sea posible en esta legislatura. Pero sí que quizá queda un retoque más humilde pero enormemente simbólico: hacer que la Carta Magna cambie su lenguaje, para que sea más "inclusivo" y tenga en cuenta a las mujeres, que en la redacción de 1978 no existe.
Puede que una reforma profunda de la Constitución no sea posible en esta legislatura. Pero sí que quizá queda un retoque más humilde pero enormemente simbólico: hacer que la Carta Magna cambie su lenguaje, para que sea más "inclusivo" y tenga en cuenta a las mujeres, que en la redacción de 1978 no existe.
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